- La incursión ilegal de supuestas empresas mineras llegó incluso al interior de esta área protegida a principios de 2025.
- Hubo operativos militares y ahora la actividad minera se fue a los alrededores de la reserva, según las denuncias.
- Las organizaciones indígenas dicen que solo hay cinco guardaparques para vigilar más de 700 000 hectáreas.
- Además, se pudo evidenciar el contrabando de carburantes para la operación aurífera.
La minería ilegal no conoce fronteras. Ese apetito por el oro se abrió paso por los ríos de la Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi, en plena Amazonía boliviana. Avanzó con sus dragas, que no descansan ni un solo minuto del día, y no respetan áreas protegidas ni comunidades indígenas, ni el hábitat de animales silvestres. Así, el departamento de Pando, en el norte de Bolivia, se va convirtiendo en la región más afectada por la avidez de los mineros por encontrar oro a cualquier precio.
El Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca), regional norte amazónico, identificó siete zonas del Manuripi atacadas por la minería ilegal: Gran Progreso, Tacuaral, Santa Martha, Puerto América, Cachuelita, El Cairo y Providencia. “La actividad minera, después de la castaña, se ha convertido en una importante fuente de ingresos para las comunidades, sobre todo para los jóvenes, quienes venden su fuerza de trabajo”, dice parte de un estudio de esta organización.
La Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi tiene una extensión de 773 455 hectáreas de bosque. Su territorio alberga una gran cantidad de fuentes hídricas, especies de fauna clasificadas en peligro de extinción y pueblos indígenas: yine, esse ejja, cavineño, yora, pacahuara, yaminahua y manchineri. Además, esta reserva alberga 538 especies de plantas y allí habitan 150 mamíferos, 501 tipos de aves, 77 reptiles, 83 anfibios y 112 especies de peces.

Sus tres ríos principales son el Manuripi, el Tahuamanu y el Madre de Dios. Es en el último donde la actividad minera ingresó a inicios de este año. Cipca denunció que hay cuatro empresas que están operando en este afluente, pero también la Gobernación de Pando confirmó las actividades ilícitas que extraían oro dentro de la reserva.
Esta organización afirmó en su estudio, elaborado en marzo de este año por los investigadores Armin Escobar y Douglas Velásquez, que el Manuripi ha sido históricamente un refugio de la biodiversidad y un pilar fundamental para la economía local a través del manejo sostenible de la castaña y otros productos del bosque.
“En los últimos años se ha visto una desprotección sistemática por parte del Estado y sus instancias operativas que dejaron el territorio expuesto al avance de la minería ilegal, la tala indiscriminada y el tráfico de fauna silvestre”, dice el documento.
Cipca añadió que “la minería está provocando contaminación del agua con mercurio», afectando peces y comunidades que dependen del río, provocando deforestación acelerada con la destrucción de riberas y la alteración del cauce del río. Además, resalta la pérdida de fauna silvestre por la expansión de asentamientos mineros y el comercio ilegal de carne de monte, y el contrabando de mercurio y combustible, que aumenta la presencia de actores ilegales en la zona.
Sin embargo, “estas actividades son impulsadas de forma discrecional por sectores locales cuyos intereses priorizan el aspecto económico”, agrega el estudio.

La senadora boliviana Cecilia Requena, que es parte de la alianza Comunidad Ciudadana (CC), reveló que en febrero ya se identificaron 120 dragas en el interior del Manuripi, sobre todo en la comunidad indígena Puerto Palma Real. “Hemos tenido conocimiento a principios de este año de una denuncia que es realmente escandalosa, está vez en Pando, con minería ilegal con dragas”, alertó la legisladora a Mongabay Latam.
Requena afirmó que las 120 dragas eran “construcciones realmente enormes y se encontraban en el río Madre de Dios, en Pando, en plena reserva del Manuripi”. “Esto implica el incumplimiento de deberes de incontables autoridades del Estado”, destacó. Según la dirigencia indígena de la zona, las actividades mineras en el área protegida están paradas, pero el daño provocado por los mineros que ingresaron a la reserva sigue intacto.
El reclamo indígena
Winston Maeda, presidente de la comunidad indígena Tacana Buenaventura, relató que las 120 dragas ingresaron al Manuripi en diciembre de 2024 desde el municipio de Riberalta, que está en el departamento de Beni. Esas embarcaciones cruzaron gran parte del río Madre de Dios hasta llegar al área protegida.
El dirigente indígena afirmó que ahora esas dragas “desaparecieron”, pero aseguró que “dejaron el río contaminado y dañaron nuestra reserva”. Maeda, además, denunció que existen mineros en los alrededores del área protegida operando ilegalmente.
“No sabemos si son empresas grandes, pero hubo minería ilegal dentro de nuestra reserva Manuripi y ahora están cerca otra vez, están sacando oro, principalmente en el Madre de Dios. Es por eso que hemos pedido la intervención del Estado”, exigió Maeda.
La Gobernación de Pando, a través de la Secretaría de la Madre Tierra, confirmó en marzo la presencia de balsas al interior del área protegida, tras recibir denuncias públicas sobre actividades mineras ilegales dentro de la reserva amazónica. El gobernador de esa región, Regis Richter, dijo en esa ocasión que había “actividad minera ilegal” al interior del área protegida. La autoridad llegó a la zona por el río Madre de Dios y ratificó la presencia de mineros auríferos.
“La reserva Manuripi es un patrimonio invaluable. En cumplimiento de la normativa ambiental vigente, hemos presentado las denuncias correspondientes y no cesaremos en nuestras acciones para garantizar su protección y conservación”, dijo en esa ocasión Richter. Ahora, la Secretaría de la Madre Tierra de la Gobernación de Pando informó que luego de varios operativos ya no existe actividad minera en la zona.

Ante esta situación, la senadora Corina Ferreira, también de la alianza Comunidad Ciudadana (CC) y representante de Pando, solicitó al Gobierno tomar acciones permanentes para evitar que regresen las actividades mineras ilícitas en la reserva.
“Yo transmití mi profunda preocupación por las denuncias de que, en la comunidad de Puerto Palma Real, en el municipio de El Sena, se presentaron daños ambientales debido a la minería ilegal dentro de la reserva Manuripi, lo que causó deforestación y contaminación de la Amazonía», dijo Ferreira.
A esta problemática se suma también el contrabando de combustible proveniente del municipio de Riberalta, que abastece estas operaciones ilícitas sin ningún tipo de control. Los carburantes ahora son controlados por el Estado. Sin embargo, existen modos ilícitos para que lleguen a las empresas mineras.
La Autoridad Jurisdiccional istrativa Minera (Ajam), entidad pública que controla la minería en Bolivia, informó que fueron suspendidas las actividades mineras en 13 áreas de la reserva Manuripi. Según esta instancia, las actividades ilegales fueron identificadas en los municipios de Filadelfia, Puerto Rico y El Sena, todos en Pando.
Pando y la minería ilegal
La minería aurífera comenzó a extenderse al departamento de Pando a finales de 2023. El año pasado fue el boom de esta actividad en esta región amazónica. En 2024, el principal producto de exportación en Pando fue el oro en bruto, dejando en segundo lugar a las castañas, también conocidas como nueces de Brasil, que es un producto boliviano. Así lo confirman datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), procesados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
En Pando, ahora el oro ocupa el primer lugar en la lista, con 359 kilos de oro en bruto vendidos al exterior por un valor de 19.1 millones de dólares, mientras que el segundo fue la venta de 2.2 millones de kilos de nueces frescos o secos por el valor de 11.9 millones de dólares.

Alfredo Zaconeta, investigador en temas mineros del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), explicó que en Pando el gran operador minero es una única cooperativa, entidad que fue extendiendo su trabajo por diferentes ríos. Recordó que en julio de 2023 esta cooperativa promovió el bloqueo en Riberalta, Beni –donde se encuentra su sede- exigiendo la liberación de 57 detenidos que fueron sorprendidos practicando minería ilegal en el río Madre de Dios.
“Esta ilegalidad está directamente vinculada a factores como la falta de autorizaciones para realizar labores mineras, pero también la que se encuentra vinculada con la asociación de cooperativas mineras -legalmente constituidas- con capital privado, sea este nacional o extranjero. Las operaciones la realizan a través de balsas, con las que obtienen las cargas con oro, las cuales las procesan con el uso de mercurio y posteriormente la comercializan”, dijo Zaconeta a Mongabay Latam.
Según un estudio del Cedla, que fue elaborado por Zaconeta, en los 15 municipios de Pando existe actividad minera, entre legal e ilegal. De esos 15, en tres se concentran la mayor cantidad de solicitudes para nuevas explotaciones de oro: 50 en San Pedro, 50 en Nueva Manoa y 40 en Puerto Rico. “En el caso de San Pedro y Puerto Rico de Pando se solicitaron cerca de 140 mil hectáreas a explorar, tanto en 2021 como en 2023”, dice el informe.
Sin embargo, Zaconeta detalló que en Pando la minería legal se estaría reduciendo, pero en cambio la actividad ilegal está en crecimiento, incluso llegando a localidades que están en la frontera con Brasil.
Además, este estudio muestra que en el departamento de Pando el 100 % de las áreas mineras auríferas están relacionadas con los ríos, y en especial, al Madre de Dios, que está prácticamente concesionado en toda su extensión, cerca de 400 kilómetros de longitud. Algo semejante ocurre en el río Madera, y también existen áreas mineras en gran parte del río Orthon y en algunos lugares de los ríos Tahuamanu, Manuripi y Abuná.
Imagen principal: la minería ilegal ingresó a la reserva Manuripi a inicios de 2025. Foto: cortesía Cipca