- Entre 2020 y 2023, unos 1600 pescadores artesanales fueron capacitados para recolectar los residuos sólidos que llevan a sus faenas.
- El proyecto logró evitar que 12 toneladas de basura fueran lanzadas al mar y muchos pescadores adoptaron la costumbre de retornar a puerto con sus residuos para reciclarlos.
- Desde 2024, las embarcaciones pesqueras artesanales que utilizan los puertos de Arequipa deben registrar sus residuos sólidos en el embarque y desembarque.
- Entre 2018 y 2025, se han recogido 120 toneladas de residuos sólidos de los desembarcaderos de diez regiones del país.
Cuando la temporada para pescar pota es alta, Pablo Silva prepara pollo o gallina con arroz. Envuelve la comida en bolsas de plástico y la reúne junto a botellas de gaseosa y agua mineral para llevar a altamar. “Llevamos bastantes paquetes de comida y bebida, y solemos envolverlos todos con plástico”, cuenta Silva quien lleva más de diez años pescando en el puerto de Matarani, Arequipa, al sur del Perú.
Las jornadas mar adentro suelen demorar hasta cinco días cuando la temporada es alta, por eso Pablo lleva todo el alimento y la bebida que puede. En cada embarcación, cuenta, van hasta cuatro tripulantes, lo que incrementa la cantidad de plástico que llevan a altamar. “Yo soy el patrón, es decir, el encargado de la embarcación. En total, con lo que llevamos para toda la jornada podemos generar hasta un saco de basura, entre residuos sólidos y plásticos como redes, botellas, latas de conserva y demás”, precisa.
Recién desde 2020, cuando el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) implementó el proyecto Basura Cero en Matarani, Pablo Silva y la mayoría de pescadores artesanales del puerto, empezaron a entender la importancia de reciclar el plástico, dado los impactos que tiene en el mar y los ecosistemas marinos.
“Nosotros no traíamos mucha basura cuando regresábamos porque desconocíamos sobre el reciclaje. Por eso, cuando vinieron (los de WWF) y nos plantearon este proyecto para cuidar nuestro medio ambiente, se nos hizo un poco complicado al principio”, dice el pescador.
Si hace algunos años la basura la dejaban en el mar, ahora se ha vuelto parte de la rutina de muchos pescadores de Matarani volver de las faenas con los residuos sólidos para luego reciclarlos en el puerto.
La concientización sobre la buena gestión de los residuos sólidos es clave para frenar el impacto negativo que generan los plásticos en el mar. Cada año, entre 19 y 23 millones de toneladas de residuos plásticos acaban en lagos, ríos y mares. Según el Ministerio del Ambiente (Minam), Perú produce, aproximadamente, 1.2 millones de toneladas de residuos plásticos al año, y solo el 10 % de esos residuos son reciclados adecuadamente.

Lee más | El silencio de los harakbut: el pueblo amazónico de Perú acorralado por el crimen
Basura cero en Matarani
El proyecto Basura cero se inició en el Desembarcadero Pesquero Artesanal (DPA) El Faro Matarani, en Arequipa, en 2020. Nadia Balducci, especialista en economía circular y plásticos de WWF Perú, explica que el proyecto forma parte de una estrategia regional para que la Amazonía y el Pacífico estén libres de contaminación. “Lo que buscamos es que a 2030 se hayan generado las condiciones para reducir la contaminación por plásticos, promoviendo la transición hacia una economía circular en los sectores de bebidas y alimentos, y también en el de la pesca artesanal”, dice.
Balducci precisa que el objetivo del proyecto es implementar un sistema de gestión integral de los residuos sólidos desde un trabajo colaborativo y participativo con la comunidad pesquera. Este sistema va desde la recolección de la basura plástica en las faenas hasta su disposición en los contenedores de reciclaje instalados en el DPA El Faro.
Si bien la propuesta de Basura cero llegó a Matarani en 2020, Julia Maturrano, oficial del Programa Marino de WWF Perú, y quien ha trabajado directamente en El Faro, asegura que desde 2018 los pescadores habían mostrado interés por abordar el problema de la basura plástica. “La mayoría de pescadores que llevan en la actividad más de 20 años, identificaron una diferencia entre la cantidad de residuos que veían en el mar hace varios años versus lo que veían en la actualidad, y eso les preocupaba”, comenta.

Uno de los grandes desafíos del proyecto fue generar el hábito del comportamiento del retorno de los residuos sólidos del mar al puerto. Para ello, como primer paso, se empezó a realizar talleres de sensibilización a los pescadores para que comprendan el impacto negativo que genera la contaminación por plásticos en el mar y cómo afecta a la pesca y a otras actividades como el turismo. Lo siguiente fue explicarles cómo funciona la segregación de los diferentes tipos de residuos.
“Nosotros fuimos de manera progresiva, paso a paso. Sabíamos que no iban a retornar de la noche a la mañana con los residuos segregados porque no era un hábito que tenían interiorizado. Eso fue en los primeros años, luego empezamos a ver los resultados”, dice Maturrano.
Para incentivar a los pescadores de Matarani, les entregaron herramientas que utilizan para sus faenas, como botas para agua o casacas para enfrentar las largas faenas, a cambio de que regresaran con los residuos segregados en sacos. “Colocaban estos sacos en los contenedores que se habían instalado en el muelle, y Capitanía o personal del desembarcadero pesaban los sacos para ver cuánto era lo que habían retornado. Lo que se buscaba ahí era tener la información de cuánto se llevaban y cuánto estaban retornando, por ejemplo, si llevaban 20 botellas de plástico, que las 20 retornaran”, precisa la experta de WWF Perú.
Hasta septiembre de 2023, Basura Cero logró capacitar a 1600 pescadores artesanales que forman parte de la flota de 400 embarcaciones que salen del puerto El Foco Matarani. De ellas, alrededor de 290 embarcaciones registraron el retorno de sus residuos, es decir, enviaron fotos, videos o llenaron los formatos que se elaboraron para evidenciar que habían regresado con la basura de sus faenas. Se reciclaron un total de 12 toneladas de residuos.
Además, se instalaron en Matarani cilindros para reciclar el aceite que usan las embarcaciones y evitar que los pescadores lo boten al mar. Entre 2002 y 2023 se pudo evitar que 1600 litros de aceite se vertieran en el mar.

‘Mi mar, mi hogar’
Si bien el proyecto Basura Cero en Matarani ya concluyó, Juila Maturrano asegura que los hábitos de reciclaje, entre pescadores, quedaron.“Ellos todavía mandan sus fotos, sus videos, algo que también nos impactó bastante en ese proceso”, agrega.
Pero más allá de la intervención privada en Matarani, ¿qué ha hecho el gobierno peruano para evitar que los pescadores contaminen el mar?
En octubre de 2024, tras el término del proyecto, la Capitanía del Puerto de Mollendo emitió una resolución que estableció la obligación de presentar una declaración de embarque y desembarque de productos consumibles y residuos sólidos. La resolución debe ser cumplida por las embarcaciones que salen y llegan a los puertos de la jurisdicción, como Atico, Granadal, Planchada, Quilca, Ocean Food y El Faro.
Además, el Ministerio de la Producción (Produce) informó que a través de la Dirección General de Pesca Artesanal (DGPA) viene realizando la campaña «Mi Mar Mi hogar», que consiste en limpiar el fondo marino de los desembarcaderos pesqueros artesanales, en coordinación con instituciones públicas como la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (DICAPI), gobiernos regionales, locales, entre otras. Además, participan las Organizaciones Sociales de Pescadores Artesanales (OSPAS).

Según Produce, la campaña se ha realizado en los desembarcaderos pesqueros artesanales de Tacna, Moquegua, Arequipa, Ica, Lima, Callao, Ancash, Lambayeque, Piura y Tumbes. En las 28 jornadas de limpieza del fondo marino, realizadas entre 2018 y 2025, y en la que participaron 3500 pescadores artesanales, se logró recoger 120 toneladas de residuos sólidos.
También se estableció un sistema de recolección de aceites usados en el DPA de Pucusana (en Lima), en coordinación con la empresa CILSA SA, para evitar su vertido al mar y fomentar su reutilización.
Produce informó que se han realizado talleres de capacitación a pescadores sobre la correcta gestión de residuos sólidos y el uso de contenedores diferenciados. Estas capacitaciones también incluyen la concientización sobre el daño de los plásticos de un solo uso y la promoción del reciclaje de redes de pesca, en alianza con organizaciones como WWF Perú, Bureo y ALPESCAS. Estas acciones buscan fortalecer la sostenibilidad ambiental de la pesca artesanal y fomentar una cultura de economía circular en el sector.
Sin embargo, pese a los esfuerzos aislados, el problema de la basura plástica en el mar necesita de políticas nacionales a largo plazo. Según un informe de la Fundación Ellen MacArthur, si los actuales patrones de producción y consumo de plástico permanecen, en 2050 habrá más plástico que peces en el océano y la basura marina llegará a perjudicar a más de 600 especies marinas.
Nadia Balducci, especialista en economía circular y plásticos de WWF Perú, señala que las evidencias que dejan proyectos como Basura Cero, que ha sido replicado en el norte del país con éxito, deberían ser utilizadas para elaborar políticas públicas que incidan en la relación de la pesca artesanal y la contaminación plástica.
Para Balducci, ”es necesario que también se piense en los residuos cuando pensamos en la pesca, porque afectan la biodiversidad, los recursos que consumimos y también ciertas actividades económicas”.
De hecho, una investigación científica concluyó que mientras más basura se genera, más pérdidas económicas tienen los pescadores, dado que los desechos plásticos ocasionan incidentes durante las faenas de pesca. Las redes capturan botellas, las hélices se enredan con bolsas, las bombas de agua se tapan con fragmentos de desechos y las embarcaciones sufren choques con sacos de basura.
Pablo Silva, asegura que ahora a cada tripulante que sube a su embarcación le recuerda: “No botes la basura, júntala en ese costal, no seas cochino”. Pese a que han pasado los años, a muchos pescadores les sigue incomodando esa advertencia. Otros, en cambio, lo consideran parte de la rutina.
*Imagen Principal: imagen referencial de la contaminación marina por plásticos. Foto: cortesía Jack Perks / Greenpeace