Vista aérea de una cantera de cemento y una colina de piedra caliza, hábitat de varias especies que no se encuentran en ningún otro lugar, incluyendo un nuevo caracol. Fotografía de: Ong Poh Teck/Basteria.
Los científicos han descubierto una nueva especie de caracol en una colina de piedra caliza que se encuentra cerca de una cantera de cemento en Malasia y que, según sus conocimientos, no habita ningún otro lugar del mundo. La concha del animal mide sólo un décimo de una pulgada.
“Es muy común encontrar especies con estrecho endemismo en las colinas de piedra caliza”, Jaap Vermeulen, el autor principal del nuevo estudio, le contó a mongabay.com. “Un buen biólogo puede descubrir con facilidad diferentes especies de invertebrados endémicos en una colina aislada y sin examinar”.
Aunque recién se desenterró, el caracol minúsculo ya se encuentra en peligro de extinción. Vive en una colina de piedra caliza denominada Kanthan, otorgada como concesión a una compañía internacional llamada Lafarge. La fábrica de cemento excava la colina con el fin de obtener materias primas. Como resultado, el caracol será incluido en la próxima actualización de la Lista Roja de Especies en Peligro de Extinción de la UICN en la categoría “En Peligro Crítico de Extinción”.
Los científicos que descubrieron al animal lo denominaron Charopa lafargei, en honor a la compañía de cemento que decidirá su destino.
“No conozco ninguna especie en peligro de extinción que haya recibido el nombre de la compañía que decidirá si se extinguirá o sobrevivirá”, dijo Tony Whitten de Fauna & Flora International.
La nueva especie de caracol no es la única especie endémica que se descubrió en la colina. Kanthan también es el hogar de nueve especies de plantas que se encuentran en la Lista Roja de Plantas Amenazadas, una araña En Peligro Crítico de Extinción (Liphistius kanthan), una salamandra (Cyrtodactylus guakanthanensis) y dos caracoles (Opisthostoma trapezium y Sinoennea chrysalis) que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.
Diferentes vistas de la concha de la nueva especie de caracol designada bajo el nombre de Lafarge. Fotografía cortesía de Vermeulen et al.
Los representantes de Lafarge han concurrido a varias charlas con ambientalistas locales y han discutido los potenciales esfuerzos de conservación en el sur de la colina, hábitat confirmado de la araña y la salamandra En Peligro Crítico de Extinción.
“Estamos comprometidos a garantizar la preservación de la biodiversidad poco común que se pueda descubrir en la tierra establecida para el desarrollo de la cantera”, estableció Jim Ruxton, Vice Presidente Ejecutivo, Operaciones Industriales, de Lafarge en Malasia.
Sin embargo, la nueva especie de caracol se descubrió al norte de la colina, un área que, según los planes, no recibirá ninguna protección especial.
La compañía no hizo ningún comentario acerca de la elección del nombre para la nueva especie.
Los ambientalistas sugieren que lo que más se necesita para la buena istración de la colina de piedra caliza en Malasia es una extensa evaluación ambiental de la región que examine la biodiversidad, el entorno físico, los costos y beneficios económicos y sociales de excavar estas colinas. La industria podría proponer una clasificación de las colinas como lugares potenciales para la excavación. Algunos serán frutos maduros debido a que ya se han explorado en exceso y no cuentan con mucha vida silvestre para proteger. Otros, sin embargo, en verdad contarán con docenas de especies endémicas y será mejor dejarlos en paz.
“Esa sería una manera lógica y estratégica de hacerlo”, estableció Whitten.
Sin embargo, otra parte del problema es que Lafarge ya ha invertido mucho en la colina Kanthan. La compañía le ha pagado una concesión al gobierno local y ha construido una planta procesadora de cemento al lado de esta. El destino del caracol “de Lafarge” recién descubierto todavía es incierto.
Citas:
- Vermeulen, J.J. & Marzuki, M.E. (2014) ‘Charopa’ lafargei (Gastropoda, Pulmonata, Charopidae), a new, presumed narrowly endemic species from Peninsular
Malaysia. Basteria. 78 (1-3): 31-34
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